“Defender nuestra capacidad productiva es defender el futuro del país.”
Mariela Bembi es economista y socióloga (UBA), con una especialización en Relaciones y Negociaciones Internacionales. Actualmente se desempeña como Subsecretaria de Industria y PyMEs de la Provincia de Buenos Aires. En esta entrevista repasa su trayectoria, los desafíos de asumir en un ministerio desmantelado, la gestión de la pandemia, la estrategia defensiva frente al gobierno de Javier Milei y la necesidad de fortalecer la articulación interprovincial e internacional para sostener el entramado productivo bonaerense.
Misión Productiva: ¿Cómo fue el camino que te llevó hasta convertirte en Subsecretaria de Industria y PyMEs?
Mariela Bembi: Soy economista y socióloga de la UBA, tengo una especialización en Relaciones y Negociaciones Internacionales y siempre trabajé en la función pública. Arranqué en el CEP y después en el Ministerio de Industria, en tiempos de Néstor y Cristina, cuando la agenda productiva tenía un lugar muy fuerte. Pasé también por la Subsecretaría de Competitividad, por Cancillería y fui Directora Nacional de Política Comercial Externa en el Ministerio de Economía, siempre con una mirada muy productivista.
En 2015 volví a mi casa como tantos, y cuando Axel fue elegido gobernador, Augusto me convocó para la Subsecretaría de Industria y PyMEs. Desde entonces encaramos este desafío con la misma impronta de siempre: desarrollo productivo y visión de largo plazo.
MP: ¿Qué panorama encontraste al llegar a la Subsecretaría y cuáles fueron los principales desafíos? ¿Cómo impactó la pandemia?
MB: Cuando llegamos nos encontramos con un ministerio vacío, sin programas ni presupuesto, con una planta de trabajadores sin tareas asignadas. El gobierno de Vidal había desfinanciado la política productiva y la provincia estaba muy endeudada.
En ese marco, nosotros cuando asumimos teníamos una indicación muy clara: Axel Kicillof había puesto cuatro ejes centrales de gobierno —educación, salud, trabajo y producción—.
El primer paso fue poner en marcha Arriba PyMEs, un programa que surgió de las reuniones de campaña de nuestro Gobernador con el sector productivo. Incluía créditos del Banco Provincia, moratorias impositivas y facilidades para aliviar a las pequeñas y medianas empresas. Al mismo tiempo, reconstruimos bases de datos, generamos un registro provincial y comenzamos a tender puentes con los municipios y sus secretarías de producción, de las que ni siquiera teníamos los contactos actualizados. También trabajamos en constituirnos como un nexo entre Nación y las empresas para ampliar la llegada de las políticas productivas y, al mismo tiempo, empezamos a diseñar programas provinciales que pudieran complementar los que existían a nivel nacional.
Y en medio de todo eso llegó la pandemia. Fue un golpe enorme: el presupuesto se redireccionó a salud, los vínculos con el sector productivo se interrumpieron y tuvimos que reorganizar todo de manera virtual. Logramos posicionarnos como un actor clave para articular entre el sistema sanitario y el entramado productivo: relevando insumos, acompañando a las pymes y habilitando actividades. La pandemia nos obligó a consolidar vínculos y mostrar que la provincia podía dar respuestas.
MP: En el contexto actual de ajuste y apertura, ¿cuál es la situación del entramado productivo bonaerense?
MB: El gobernador lo sintetiza bien: la provincia tiene que ser escudo y red frente al desastre de Milei. Estamos en una estrategia defensiva: el recorte de recursos nacionales nos deja con menos herramientas y más demandas.
Hoy el modelo nacional favorece a los sectores extractivos y condena al resto a competir o desaparecer. Nosotros buscamos que las pymes bonaerenses se inserten como proveedoras en esas cadenas (petróleo, gas, minería), pero es difícil cuando la Nación abre la importación de maquinaria usada o elimina programas de desarrollo.
Además tenemos sectores fuertemente golpeados como textil, calzado o marroquinería, donde se están produciendo cierres y despidos. Allí el trabajo es acompañar con medidas paliativas, refinanciación de pasivos, alivio fiscal y asistencia para sostener puestos de trabajo.
MP: ¿Existe articulación con Nación en este contexto?
MB: Prácticamente no. La Secretaría de Industria fue desmantelada y los programas pyme desaparecieron. Solo nos convocaron para cuestiones técnicas puntuales. No hay un marco de política industrial nacional con el cual coordinar.
MP: ¿Cómo se da la articulación territorial con municipios y provincias?
MB: La provincia es enorme y diversa, por eso fortalecimos el vínculo con los 135 municipios a través de las secretarías de producción. Son aliados estratégicos para difundir políticas y relevar demandas.
A nivel interprovincial, no existe un Consejo Federal Productivo, lo cual es una falencia. Sí hay instancias sectoriales, como para minería. En este sentido, el CFI -Consejo Federal de Inversiones- empieza a ocupar ese rol de articulador. Con La Pampa, por ejemplo, estamos armando rondas de negocios y buscando complementariedades, siempre desde la cooperación y no la competencia.
MP: ¿Qué lugar ocupa la inserción internacional en la estrategia de la Provincia?
MB: Tenemos una política activa de promoción de exportaciones. Antes financiábamos la participación de empresas en ferias internacionales, pero ahora impulsamos rondas de negocios inversas: en vez de llevar empresas afuera, traemos importadores a la provincia.
Eso reduce costos y permite que más pymes accedan a mercados externos. Ya organizamos rondas para los sectores de alimentos, maquinaria agrícola, textil y autopartes con compradores de América Latina, México y Brasil.
Además trabajamos en mejorar la competitividad sistémica con inversiones en infraestructura logística y energética, claves para la inserción internacional.
MP: ¿Cómo imaginás el futuro de la industria bonaerense?
MB: Si se sostienen las políticas actuales del gobierno nacional, no le veo futuro al entramado productivo bonaerense. El país corre el riesgo de convertirse en una mera plataforma de extracción de recursos naturales, sin valor agregado ni desarrollo industrial.
Por eso creemos que las elecciones de este año son un hito fundamental. La provincia es la más perjudicada por este modelo porque somos la provincia más industrial de Argentina. Defender nuestra capacidad productiva es defender el futuro del país.
Por Federico Franzese y Rodrigo Guzzanti