Uno de los principales sectores que ayudará a combatir el efecto de la sequía en este 2023 será el de gas y petróleo. Un complejo pujante que se perfila para tener un rol central en el frente externo en el futuro.
Sigue el debate por la aprobación de la exploración de petróleo y gas mar adentro, frente a la costa de Mar del Plata. Hasta ahora primó la mirada que privilegia el impacto económico.
A 100 años de su fundación y cuando Argentina se encuentra en los albores de una nueva transición, el rol de YPF como vehículo de las transiciones energéticas del pasado toma una nueva trascendencia.
Un ejemplo de oportunidad de desarrollo abordada como política industrial sectorial, es el caso de la utilización de GNL (gas natural licuado) en buques, donde se presenta una serie de factores combinados que lo hacen particularmente atractivo por el enorme potencial y externalidades positivas.
Estas últimas semanas se ha generado una intensa discusión en base a si es conveniente o no la exploración y posible producción de hidrocarburos off-shore en el Mar Argentino. Para tratar de formular una breve respuesta nos preguntamos cuál es la oferta energética que tiene el país, cuán dependiente fuimos y somos de los hidrocarburos, que cantidad de energía se genera con otro tipo de fuentes primarias, y cómo afecta nuestra demanda de hidrocarburos y sus derivados al balance de pagos externo, fundamental para observar el impacto macroeconómico del sector.
El Plan Gas.Ar es una herramienta de gestión surgida en plena Pandemia del 2020. Su objetivo fue generar un nuevo marco de fijación de precios de largo plazo para el sector gasífero que se tradujera en compromisos ciertos de inversión para abastecer la demanda interna de hogares y usinas prevista para los próximos cuatro años, considerando la infraestructura existente.
