Recientemente, en el marco del Plan Argentina Productiva 2030, publicamos un documento de trabajo con el objetivo de contribuir a la elaboración de una estrategia nacional para el fomento del Agro 4.0. La revolución derivada de las llamadas tecnologías 4.0 es un fenómeno que está transformando de manera cada vez más acelerada a todos los sectores económicos a escala global. Se trata de un nuevo paradigma en ciernes el cual articula un conjunto de tecnologías emergentes de propósito general -e.g., inteligencia artificial, Big Data, internet de las cosas, etc.- las cuales tienen la capacidad de modificar el modo bajo el cual se llevan cabo diversas tareas productivas -ya sean estas rutinarias, pero en particular las no rutinarias, cognitivas o manuales. De forma análoga al resto de los sectores económicos, esta transformación del entramado productivo global también ingresó a las actividades de base biológica, por ejemplo, la agricultura, ganadería, acuicultura y demás.
El concepto de Agro 4.0 alude, de forma genérica, a la aplicación de las tecnologías emergentes recién mencionadas a las diversas cadenas y eslabones productivos que componen la producción de bienes de base biológica. En suma, este paradigma no sólo sugiere una transformación digital a lo largo de los diversos eslabones, sino que también impacta de forma directa en cómo se llevan a cabo los procesos y la toma de decisiones. De forma estilizada, la capacidad de captar datos -en este caso provenientes del mundo físico-, su almacenamiento, capacidad de procesamiento, y en particular, la aplicación con fines productivos de inteligencia artificial pasa a ser ejes centrales del nuevo modelo.
En otras palabras, la transformación generada a partir del Agro 4.0 implica un cambio no solo en la maquinaria y las herramientas -físicas o digitales- que son usadas para llevar a cabo tareas específicas en el campo, sino también en el modo bajo el cual se define de qué forma llevar a cabo el proceso de producción. La combinación de plataformas digitales capaces de procesar datos provenientes de múltiples fuentes con robots inteligentes que tienen cada vez mayor grado autonomía para llevar a cabo tareas complejas habrá de transformar por completo a la actividad tal cual hoy la conocemos.
En paralelo, las tecnologías 4.0 también están asociadas a un uso mucho más eficiente de los insumos productivos, reduciendo así el impacto ambiental de la actividad. Su adopción puede facilitar el cumplimiento y la certificación de buenas prácticas y/o estándares ambientales, elemento central para la competitividad de la agricultura moderna.
Sin embargo, el impacto socioeconómico del nuevo paradigma no sólo dependerá de la capacidad de adopción de las nuevas tecnologías por parte de los actores típicamente “agrarios”, sino también del rol que el país pueda desempeñar en el desarrollo de estas nuevas tecnologías. La posibilidad de desempeñar un papel activo en ese terreno requiere sostenidos procesos de generación de capacidades tecnológicas y empresariales por parte de los diversos actores que integran al ecosistema, y demanda espacios de cooperación y coordinación público-privado de modo tal de poder abordar los diversos desafíos que el nuevo paradigma emergente plantea. No sólo para sostener y revitalizar el entramado empresario que supo desarrollar soluciones “hard” en el marco del proceso de industrialización del siglo XX (firmas de maquinaria agrícola, equipos e implementos), sino también para apuntalar el surgimiento y/o crecimiento de una nueva base empresaria generadora de soluciones “soft” propias del siglo XXI. Esto supone la necesidad de trazar una estrategia integral que, a la vez que sepa apuntalar a esos actores frente a los diversos desafíos que enfrentan, facilite y acelere la adopción del nuevo paquete tecnológico, despliegue la infraestructura necesaria para soportar su uso y genere el marco institucional para regular constructivamente en materia de propiedad y seguridad de los datos.
Con el objetivo de contribuir a esa estrategia en el horizonte, esta nota nacida de un trabajo de investigación ofrece un diagnóstico sobre las capacidades existentes y potenciales que presenta el ecosistema local para el desarrollo de las tecnologías del Agro 4.0, postula una orientación estratégica sobre las oportunidades vigentes para mejorar el posicionamiento del país como un jugador activo en la oferta de estas tecnologías y formula una serie de lineamientos de política pública para materializarla. El estudio se llevó adelante a partir del relevamiento de información primaria y secundaria, tanto a nivel internacional como nacional; y de la conducción de un amplio conjunto de entrevistas con empresas y startups, líderes de equipos de investigación de instituciones de ciencia y tecnología del país, referentes de actores intermedios vinculados a la agricultura, la maquinaria agrícola y la industria del software, y hacedores de política pública del ámbito nacional y provincial.
Argentina tiene la oportunidad de liderar la transformación 4.0 en el mundo del Agro.
Por un lado, su escala como potencial demandante le ofrece una ventaja para acelerar el desarrollo de nuevas soluciones a partir de la interacción con los usuarios. Por el otro, cuenta con una base empresaria conformada por un conjunto de empresas que ya habían incursionado en la denominada agricultura de precisión y un grupo creciente de startups. También cuenta con un entramado institucional de apoyo al desarrollo y la difusión de soluciones consolidado, que sin embargo requiere de ajustes para adecuarse a las características (bases de conocimiento, dinámicas de desarrollo, infraestructuras y equipamiento de soporte) del nuevo paquete tecnológico.
Sin embargo, el escenario tampoco está exento de amenazas. En particular, la necesidad de consolidar paquetes de información de diverso origen y la posibilidad de que ese creciente caudal de información tienda a centralizarse en plataformas para la gestión del conocimiento dominadas por las grandes empresas globales, puede poner en jaque, de no mediar estrategias de coordinación más explícitas –que incluyan pero que trasciendan la generación de protocolos comunes–, la estrategia de especialización que a hoy despliegan las firmas nacionales del complejo metalmecánico abocado a la mecanización agrícola.
En función de estos escenarios, y sobre la base de los espacios de mejora identificados en el documento, se proponen una serie de lineamientos de acción para la política pública que apuntan a maximizar la probabilidad de aprovechar las oportunidades y minimizar la de ocurrencia de los riesgos planteados.
Para profundizar sobre el sector y los lineamientos de política propuestos les dejamos el documento original recientemente publicado.
Autores: Jeremias Lachman (IIEP, UBA-CONICET. Correo: jeremiaslachman@gmail.com), Hernán Braude, Jesica Monzón, Santiago López Moskovits y Sebastián Gómez-Roca (IIEP, UBA-CONICET. Correo: sj.gomezroca@gmail.com)