Diálogo productivo con Nicolás Daviña

El presidente de la Agencia Misionera de Innovación nos cuenta sobre las acciones que llevan adelante para potenciar el ecosistema científico-tecnológico de la provincia. Vincular a los investigadores con el sector productivo local para la creación de startups provinciales, el principal desafío.

Diálogo productivo con Nicolás Daviña

MISIÓN PRODUCTIVA: ¿Cuándo y con qué objetivo fue creada la Agencia Misionera de Innovación? 

NICOLÁS DAVIÑA: La Agencia fue creada hace tres años con el objetivo de potenciar el desarrollo del sistema científico-tecnológico de la provincia de Misiones. Desde hace muchos años existe toda una gestión provincial que puso en tope de agenda a la economía del conocimiento, apostando a acompañar al ecosistema y trabajando con actores del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, como el CONICET y el INTI, las universidades públicas de distintos puntos de la provincia y también las universidades privadas. En este escenario, cuyo pilar es la economía del conocimiento, la ciencia, la innovación, la tecnología y la educación disruptiva, la Agencia viene a ser un engranaje más.

Desde este lugar fuimos creando diferentes estructuras para fortalecer el ecosistema y facilitar el desarrollo de proyectos de sus actores. Tenemos un hub de innovación para acompañar al sector, donde trabajamos para aplicar a diferentes convocatorias nacionales y provinciales que promueven la ciencia y la tecnología. Nos va muy bien en las convocatorias nacionales de financiamiento –promovidas gracias a la Ley Nacional de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación–: la provincia siempre superó la media sin subejecutar partidas. También tenemos un biolab, un laboratorio –el primero de la provincia– que está a disposición del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, y también acompaña a los actores de la provincia para que puedan desarrollar diferentes actividades. Es un espacio donde se trabaja en I+D, pero su esencia principal es elaborar fitoproductos, generación de extractos y esencias. Cuenta además con equipos de cromatografía líquida (HPLC) y gaseosa (GC), freezers de -40 y -80 grados y un área de microbiología. Este laboratorio se nutre de muchos científicos que tienen proyectos de investigación y que vienen a desarrollar tareas específicas. Por este motivo trabajamos también a demanda, acompañándolos a ellos en la ejecución de sus proyectos.

Yo fui vicepresidente –y actualmente formo parte– del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyt), dentro del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. Desde la Agencia hemos acompañado los Programas Federales Construir Ciencia y Equipar Ciencia, a partir de los cuales hoy se están construyendo muchos metros cuadrados de institutos nuevos en distintos puntos de la provincia, como Iguazú y Posadas, y también se ha logrado generar equipamiento para desarrollar las investigaciones. 

MP: Al principio mencionaste el hub de innovación. ¿Cuáles son los actores que lo componen? ¿Cuáles son las actividades que se realizan y cómo se promueve el desarrollo de ese ecosistema a nivel local?

ND: A nivel local el ecosistema viene muy trabajado, potenciado por un montón de actores provinciales impulsados con fondos de la provincia. Lo que hicimos fue generar un engranaje, un facility entre todos ellos, para la búsqueda de fondeo de sus investigaciones, de equipos, de infraestructura, y también para la generación de nuevos investigadores. 

Trabajamos como facilitadores. Ayudamos al ecosistema a través de diferentes acciones. Ahora, por ejemplo, estamos llevando adelante capacitaciones para la redacción de proyectos de bioinsumos en municipios, en diferentes áreas del Estado y del sector privado. También realizamos rondas de vinculación para la presentación a diferentes convocatorias, para que los investigadores puedan promover sus propios ecosistemas, trabajar puertas adentro en la modernización de sus propias estructuras. Entonces nos vinculamos específicamente con el sistema y a la vez trabajamos para vincular al sistema con otros actores de la provincia y de la nación. De hecho, por el hub de innovación pasan prácticamente todos los actores del sistema provincial y nacional, y trabajan de manera mancomunada para mejorar las condiciones de la ciencia y la innovación en la provincia.

Entonces acompañamos a instituciones nacionales como universidades, el CONICET, el INTI, el INTA. Y también a aquellas instituciones creadas con inversiones propias de la provincia, como el Parque de la Salud, donde funciona el Instituto de Genética Humana; la Biofábrica Misiones, donde se desarrollan diferentes líneas de investigación de ciencia y tecnología; y el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio). A su vez se está promoviendo la incorporación del sector privado a este ecosistema, con empresas como Agrosustentable, Macoma y la Biofábrica –que si bien es una Sociedad del Estado también juega un rol en este sentido–, además de un montón de otros actores.

La Biofábrica tiene un esquema muy interesante. Es una empresa del Estado –no pertenece a la Agencia de Innovación– creada hace casi diez años, que viene desarrollando diferentes líneas de trabajo, pero principalmente está colaborando con MisioPharma, empresa que está desarrollando fitoproductos a través del cannabis, trabajando en conjunto con el Ministerio de Salud de la Provincia.

Dentro de este ecosistema de actores provinciales, tenemos también la empresa Silicon Misiones, una Sociedad del Estado creada recientemente, que desarrolla no sólo software, sino también proyectos de tecnología en un esquema transversal a toda la política pública. 

MP: Además de las iniciativas que mencionaste previamente, están desarrollando el OpenLab, ¿en qué consiste este proyecto?

ND: Es un programa que ya venimos desarrollando, pensado para atraer a estudiantes de diferentes especialidades relacionadas con las materias que nosotros trabajamos. Durante una jornada recorren nuestro laboratorio, conocen lo que están haciendo los investigadores, ven la línea de trabajo, están en contacto con genetistas, farmacéuticos, bioquímicos, ingenieros químicos, diferentes actores del ecosistema. Pero no se trata solamente de que tengan la experiencia de diferentes actividades en un laboratorio: también los acompañamos a replantearse su camino en las profesiones del futuro, pensamos con ellos cómo pueden buscar esa profesión. La provincia cuenta con muchísima oferta educativa en diferentes carreras; este programa les brinda a los estudiantes la opción de repensar las que pueden elegir en un futuro: programación, genética, química, medicina, ingeniería…

MP: ¿Cuán importante es la gestión de programas nacionales o internacionales para la concreción de los proyectos propios de la Agencia, y cuáles son las instituciones más importantes con las que se vinculan?

ND: Nosotros, en principio, contamos con un presupuesto provincial, y nos vinculamos prácticamente con todos los actores del sistema y con la nación: con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, encabezado por Daniel Filmus; con la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), presidida por Fernando Peirano; con el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Y después con instituciones que componen el ecosistema y sí tienen un desarrollo en la provincia: el INTI, el INTA, la Universidad Nacional de Misiones, el Centro Científico Tecnológico (CCT – CONICET). 

En cuanto a los programas, tenemos un fuerte acompañamiento para la aplicación a programas nacionales –como mencioné antes, hemos aplicado a Equipar Ciencia y Construir Ciencia–, y a financiamiento del CFI, de la Agencia I+D+i, del CONICET. A través de los diferentes actores, la provincia se ha vinculado, y asimismo nosotros desde la Agencia de Innovación, prácticamente con todas las líneas de inversión pública. 

También nos vinculamos con las aceleradoras, y con otros actores que tienen quizás más fortalecido su esquema de desarrollo entre lo público y lo privado, como las provincias de Santa Fe o Córdoba. Nuestro vínculo con el sector privado es por medio de empresas de la provincia. En una primera instancia, a través de una línea de financiamiento Pyme, estamos trabajando para incorporar proyectos de I+D a toda la cadena productiva de los sectores yerbatero, tealero y foresto-industrial. 

En síntesis, nos vinculamos prácticamente con todo el sistema y eso nos ayuda a mejorar los estándares de la provincia en la búsqueda de financiamiento. 

MP: ¿Mediante el apoyo a qué temas de investigación la Agencia contribuye o está por contribuir al desarrollo de cadenas de valor provinciales?

ND: Estamos trabajando en el fortalecimiento de las cadenas de valor. Por ejemplo, a través de la Agencia I+D+i logramos un Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), con el cual la provincia acompaña al sector privado en las tres cadenas que mencioné antes: yerba mate, té y foresto-industria. También conseguimos financiamientos específicos por medio de diferentes convocatorias. Por ejemplo, con el INTI hemos financiado, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, un proyecto para investigar el ciclo de vida de la yerba mate y el té. Estamos próximos a anunciar los resultados finales y hemos propuesto continuar esta investigación, junto con el INTI, aplicada al sector foresto-industrial. Además estamos promoviendo el financiamiento de acciones para mejorar la sustentabilidad de las empresas, a partir por ejemplo de la medición de los servicios ecosistémicos de la provincia. Entonces buscamos líneas de financiamiento que tengan que ver con nuestra agenda territorial y con la mejora de las condiciones de cada sector. 

A su vez estamos financiando diferentes proyectos que tienen que ver con agregar valor en origen, por ejemplo en la industria del té y de la yerba mate, o en la economía del conocimiento. Estamos trabajando en agregar valor a algunos productos propios de la provincia, y esto suma mucho trabajo desde el punto de vista de la investigación.

MP: Recientemente implementaron el programa Impulso Federal junto con el CFI, con el objetivo de promover la creación de startups de base científica. ¿Qué balance hacen de la actividad?

ND: Para nosotros el evento fue muy productivo, nos sirvió muchísimo. Ya habíamos tenido una primera instancia en la que SF500 [aceleradora de Santa Fe] vino a hacer scouting en la provincia. Este primer feedback nos permitió identificar las demandas de las aceleradoras sobre proyectos específicos que había en la provincia. 

Impulso Federal potenció este interés en el ecosistema de ciencia, innovación y tecnología. Hubo más de 60 proyectos inscriptos, la gran mayoría relacionados con el ecosistema. Fue un evento muy valioso porque generó un ida y vuelta entre la comunidad científica y las cuatro aceleradoras que nos acompañaron: GRIDX, SF500, Aceleradora Litoral y Cites, en el que se pudo ver qué están generando los investigadores. Y también fue muy valioso el interés de las aceleradoras hacia algunos proyectos específicos que pueden tener potencial de startup. Para nosotros eso también es importante porque significa que estamos realizando un buen engranaje, una buena vinculación entre los diferentes actores con miras a la generación de empresas locales de base científico-tecnológica. 

Nosotros estamos en la búsqueda de que se generen nuevas startups, nuevas empresas de base científico-tecnológica, y el acompañamiento del CFI fue fundamental en este sentido porque no solamente suma financiamiento, sino que también genera una transferencia concreta al sistema productivo local. Muchas veces tenemos que darle estas herramientas al sistema para que se pueda cambiar el mindset, y podamos pasar de pensar en la investigación sólo como investigación en sí misma a pensarla como una transferencia directa de un proyecto concreto que mejore la calidad de vida de los misioneros, de los argentinos, del mundo; como una salida comercial para el investigador.

MP: Entonces uno de los objetivos de la Agencia es promover la vinculación del sector científico con el sector productivo. ¿Han tenido acciones específicas para facilitar la vinculación además de con startups, como ya mencionaste, con cámaras empresariales o con algún sector en particular? ¿Cómo avanzó esto en los años recientes?

ND: Desde la provincia se generó un interés particular en acciones relacionadas con la vinculación de la ciencia con el sector privado, y para nosotros este también es un gran desafío. Como te decía, hemos tenido más de 120 inscriptos en el evento de Impulso Federal, más de 60 proyectos que se han puesto a consideración de las aceleradoras. Esto marca que el mindset del sistema científico se está orientando hacia el agregado de valor con miras a la transferencia o a la creación de startups o spin-offs. Por otro lado, la vinculación entre el sector público y el privado se está generando de una manera casi natural, en el sentido de que el investigador está recurriendo al sistema privado para validar su propia investigación, es una etapa necesaria que tienen los proyectos. Esto está muy bueno porque la vinculación público-privada era un tema muy complejo cuando asumimos la gestión. 

Nuestra principal tarea es promover la vinculación constante del investigador. Para esto, desde la Agencia hemos llevado adelante diferentes acciones. Por ejemplo, con el acompañamiento del CFI, realizamos eventos con capacitadores que vinieron a mostrar cómo a partir de la ciencia puede surgir un modelo de negocio para el investigador. Y también facilitamos la vinculación con el sector productivo a través de diferentes convocatorias. A nivel nacional, generamos un mecanismo de vinculación con la Secretaría de Economía y Conocimiento de la Nación, y a través de los Proyectos Federales de Innovación y de las líneas Pyme. Y a nivel provincial, por medio de diferentes convocatorias, generamos vínculos con los actores locales, tratando de ser facilitadores por ejemplo de un proyecto de investigación con una empresa local, pero también con el gobierno de la provincia de Misiones. 

Anteriormente me tocó ser diputado de la provincia y eso me dio un pantallazo de todas las acciones que viene llevando el Ejecutivo de la provincia, entonces pudimos resolver demandas concretas de grupos de investigadores: si precisaban algo relacionado con el sistema de salud, los vinculamos con el sistema de salud, y también con las universidades de salud, por ejemplo la Universidad Católica de las Misiones, que tiene Medicina. 

Esta vinculación concreta con el sistema de conocimiento pero también con los actores de la provincia nos permitió ir resolviendo y generando un background de proyectos que hacen transferencia directa. Entonces, cuando nos surgen convocatorias como la del CFI o la de Impulso Federal, el ecosistema ya tiene un mindset distinto y un engranaje con actores que vienen trabajando en la provincia, en la universidad, en el INTI, en el INTA, en el Parque de la Salud o en el IMiBio. 

MP: ¿Qué problemáticas y oportunidades comparten con las provincias de la región? 

ND: En términos regionales tenemos una vinculación constante con Chaco, Formosa y Corrientes en el marco del COFECyT. Se ha generado una buena dinámica en diferentes temáticas: bioinsumos, vectores, mejora del sistema productivo, aplicación de ciencia e innovación, generación de startups, y otros temas en los que coincidimos. Trabajamos en una agenda territorial que esperamos que se convierta en ley a través del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030. Hemos fortalecido las instituciones que hacen al sistema de ciencia y tecnología, porque hemos logrado aumentar el financiamiento del sector. Creo que después de la pandemia se fue dando una vinculación más fluida y constante en el tiempo de las provincias con los actores y este ecosistema que comienza a funcionar. Quizás por la necesidad de los actores locales de potenciar la búsqueda del financiamiento nacional, en Misiones nos vinculamos perfectamente con la Nación y con el sistema científico-tecnológico, y vemos que esto se replica en Corrientes, Chaco y Formosa.

Por otra parte, tenemos realidades locales y características muy propias. Somos una provincia muy chiquita, que limita en un 90% con Brasil y Paraguay, entonces nos toca compartir nuestro desarrollo también con estos países. Por ejemplo, hay una generosidad y un trabajo muy articulado con muchas universidades de Brasil, lo cual potencia nuestro desarrollo, sobre todo en temáticas donde ellos vienen laburando muy bien, como por ejemplo insumos. Próximamente vamos a renovar unos convenios con la Universidad de Cascavel relacionados con el desarrollo de bioinsumos, temática en la que la provincia tiene un laburo muy interesante. En este sentido, el enclave geográfico termina siendo muy importante para el trabajo de los distintos actores del sistema.

También tenemos un grupo de vinculadores muy buenos, con diversidad profesional: hay economistas, genetistas, ingenieros en informática, encargados de relaciones internacionales, contadores, abogados… Este gran equipo de vinculación logró que muchos proyectos se vieran expuestos al financiamiento nacional y también internacional –hay esquemas de éxito en la provincia–. Y generar esta vinculación directa de los diferentes actores con la gestión pública provincial y nacional, y con la gestión privada dio como resultado que más de 60 proyectos se hayan presentado a diferentes aceleradoras con un muy buen feedback: muchos de ellos se convirtieron en startups. 

Mostrar lo que hacemos nos da mucha satisfacción. Tenemos muchas ganas de seguir potenciando el ecosistema de ciencia y de economía del conocimiento de la provincia; nuestro gran desafío es que cada vez haya más científicos misioneros generando empresas locales.

Por Gonzalo Brizuela