“El sector metalúrgico es el corazón de la industria”

Podría decirse que tener una industria nacional de bienes de capital desarrollada y dinámica contribuye a afianzar la soberanía tecnológica y económica de nuestro país, por eso cobra vital relevancia el nuevo régimen para fabricantes de Bienes de Capital publicado a partir del Decreto 209/2022.

bienes de capital

“El sector metalúrgico es el corazón de la industria”, fue una de las frases que se proyectó en uno de los videos en la actividad donde se presentaron los lineamientos del nuevo régimen para fabricantes de bienes de capital. Esta frase resume la importancia de contar con un régimen específico para un segmento del entramado metalúrgico, que es el de bienes de capital. 

Este sector abarca a más de 6 mil empresas, principalmente PyMES de capitales nacionales que generan 94.000 puestos de trabajos directos (representando cerca del 40% del empleo metalúrgico). Además, genera un alto nivel de empleo calificado incorporando técnicos e ingenieros. Esta demanda empleo calificado, como plantea UNIDO en este artículo «Why industrial development matters now more than ever before | Industrial Analytics Platform (unido.org)» promueve la educación y capacitación de los trabajadores y refleja una de las tantas externalidades positivas que genera. En síntesis, podría decirse que tener una industria nacional de bienes de capital desarrollada y dinámica contribuye a afianzar la soberanía tecnológica y económica de nuestro país.

El sector de bienes de capital permite visualizar la importancia de contar con una estructura económica amplia, densa y heterogénea. También es uno de los tantos sectores de la economía que refleja la estéril discusión entre agro e industria, o servicios e industria. ¿Por qué decimos esto? El sector agropecuario necesita de la maquinaria para pulverizar, sembrar o cosechar sus campos. Del mismo modo que el del petróleo y gas necesitan equipos de fractura, equipos para transporte de sólidos y líquidos o equipos petroleros de superficie, entre otras máquinas. De esta manera, es una oportunidad para el país impulsar la fabricación de los equipos que se necesitan para explotar estos recursos naturales en el sector agropecuario, petróleo y gas, minería, entre otras cadenas. 

En este contexto, cobra vital relevancia el nuevo régimen para fabricantes de Bienes de Capital publicado a partir del Decreto 209/2022. Las empresas tienen que cumplir con una serie de requisitos para el ingreso, y los beneficios difieren para las empresas según cuenten con certificado MiPyME vigente o no. Las empresas que sí tengan, y que accedan al régimen, contarán con una reducción de las contribuciones patronales del 90% por todo el personal, y después tendrán un bono de crédito fiscal equivalente al 40% del pago del Impuesto a las Ganancias, 80% de los gastos en I+D, 60% de cobros de reintegros y 30% adicional de beneficios según impulsen mejoras productivas

Si bien todavía está pendiente la reglamentación, el Decreto tiene algunos puntos que representan un avance con respecto a la normativa previa. A continuación algunos de estos puntos:

1) Previsibilidad: dura hasta el 31 de diciembre de 2027, mientras que el régimen de bienes de capital venía renovándose anualmente. Esto permite que las empresas puedan internalizar dentro de sus estructuras de costos el impacto que tendrá el beneficio y evitará que a fin de año esté la incertidumbre sobre si el régimen continuará o no.

2) Fomento a las exportaciones: uno de los ítems del bono de crédito fiscal está vinculado a los reintegros a las exportaciones, mientras que antes las empresas no podían presentar su bono de crédito fiscal por las ventas al mercado externo. De esta manera, aquellas empresas que vendan equipos al exterior se verán incentivadas a impulsar sus ventas externas y recibirán un adicional que antes no existía. 

3) Automaticidad de uno de los beneficios: la reducción de las contribuciones patronales permitirá que una parte del beneficio se visualice mensualmente en la caja de las empresas. Esta mayor celeridad es doblemente importante. Por un lado, dado el contexto de elevada inflación se amortigua parcialmente la erosión del beneficio que genera el aumento de los precios. Por el otro, dadas las demoras que por diversos motivos existieron en el cobro de los bonos bajo el régimen previo. 

4) Fomento a las Inversiones en Innovación y Desarrollo Tecnológico: el decreto no establece qué se entenderá por Investigación y Desarrollo, pero la posibilidad de lograr una interpretación adecuada permitiría fomentar el aumento de productividad en todo el sector.  El sector de bienes de capital ha sido uno de los que más ha invertido en I+D del entramado metalúrgico. Por ejemplo, los proyectos vinculados a maquinaria y equipos representaron el 12% entre todos los proyectos adjudicados por el FONTAR en 2019. Además, las empresas que fabrican maquinaria y equipos destinan un 7,7% de su empleo a la realización de actividades de innovación, superando ampliamente el promedio metalúrgico que destina el 4,7% de su empleo a dichas actividades, según relevamientos de la Asociación de Industriales Metalúrgica de la República Argentina (ADIMRA). 

La publicación de este nuevo régimen también implicó modificaciones con respecto al funcionamiento que venía teniendo durante las últimas dos décadas. El Decreto no prevé el ingreso de las sociedades unipersonales, como tampoco aquellas empresas que tengan múltiples actividades productivas, como puede ser que más allá de la venta de bienes de capital, se dediquen a la realización de reparaciones o comercialización de repuestos asociados. Asimismo, también se crea un fondo específico para fomentar el desarrollo y adquisición de maquinaria y equipos nacional. Contar con herramientas de financiamiento a tasas competitivas para los fabricantes locales es indispensable para que nuestra industria pueda afrontar los fuertes incentivos de promoción que tienen en sus países de orígenes los bienes importados desde China, Brasil, Estados Unidos, Sudeste Asiático y Europa.

Los cambios siempre son complejos y la sintonía fina para incentivar aquellos enclaves que se quieren potenciar es la clave para el régimen cumpla con los objetivos propuestos. La posibilidad de impulsar un esquema ágil para el ingreso permitirá que el sector continúe siendo uno de los motores de la industria en general y del sector metalúrgico en particular. Avanzar en esta senda permitirá que se puedan potenciar las ventas al exterior, la generación de empleo de calidad y el desarrollo tecnológico. 

Asimismo, entendemos que de lograrse un funcionamiento positivo se estarán sentando las bases para concretar una ley de promoción sectorial de igual forma que existe en aquellos países que cuentan con una industria de bienes capital dinámica e integrada la cual motoriza los procesos de cambios tecnológicos. 

 

Sebastián Kossacoff (Economista- Director Ejecutivo ADIMRA)

Tomás Canosa (Economista-Director Estudios Económicos ADIMRA)

Yanina Busquet (Economista- Departamento Estudios Económicos ADIMRA)