Federico Bazán es desde diciembre de 2019 el ministro de Trabajo, Empleo e Industria de La Rioja. Su rol actual, sumado a su experiencia como gerente en el Banco Rioja y en empresas públicas de la provincia, le da una voz más que autorizada para destacar el rol del Estado en el desarrollo de sectores estratégicos a nivel local, aunque hace énfasis en la importancia de perseguir la eficiencia y articular con el sector privado.
A través de este enriquecedor diálogo productivo, el funcionario repasa las medidas tomadas en los últimos dos años para recomponer y fortalecer el aparato productivo provincial, a la vez que resalta actividades con alto potencial de crecimiento en el territorio. Aun así, advierte algunas dificultades para hacer política industrial en la región, como la lejanía respecto de los grandes centros urbanos y la falta de infraestructura.
Misión Productiva: En primer lugar, queríamos consultarte respecto a los desafíos que implica realizar política productiva a nivel provincial. Sabemos que muchas veces las herramientas con las que cuentan las provincias, en particular los recursos presupuestarios, son menores que a nivel nacional. Sin embargo, la cercanía con los actores y el territorio otorga una ventaja a la hora de pensar políticas y soluciones para los problemas productivos. ¿Cómo conjugas esos desafíos y ventajas en tu gestión como Ministro en La Rioja?
Federico Bazán: El escenario de construir una política industrial a 1.200 kilómetros de Buenos Aires es difícil y adverso. De entrada tenés una barrera natural que tiene que ver con la deslocalización que representa geográficamente y la lejanía de los centros de consumo de cualquier actividad que hagas, salvo economía del conocimiento o software donde esto desaparece.
Además, en nuestro caso particular somos la única provincia que no tiene ningún río de superficie y que cualquier actividad productiva requiere hacer un pozo y sacar el agua de abajo. Más del 90% del agua que se utiliza en la provincia tanto para consumo humano como para producción proviene de perforaciones. En ese marco, diseñar políticas de desarrollo productivo es complejo.
La otra barrera o situación adversa que creo que presentan muchas provincias es el tema presupuestario para grandes inversiones. Estamos convencidos que la política industrial no se hace en la provincia solamente sino en conjunto con Nación y vemos hoy que esa mirada es compartida. Lo que sí tenemos nosotros es, y en esta gestión se vio, la decisión política de tener una visión para reactivar la industria dentro de un presupuesto acotado después de cuatro años que han sido muy malos para el país y particularmente para La Rioja en cuanto a la destrucción de nuestra unidad productiva y de trabajo. Por eso estamos muy en línea con Nación y con la administración del comercio exterior; en primera persona lo vivimos y a veces da mucha bronca escuchar que se cuestionan algunas cosas sin conocer los territorios en donde medidas para proteger inteligentemente el comercio impactan directamente en inversiones y fuentes de trabajo.
Estamos convencidos del camino que estamos atravesando, priorizando el trabajo industrial y el impacto en el interior del país, pero también atrayendo inversiones. La recuperación de un proceso de inversión del sector privado con promoción industrial fue el disparador de la instalación de muchas empresas, sobre todo del sector textil que a veces es un poco cuestionado por su eficiencia pero que puede ser de altísima tecnología. La mayor tecnología del mundo en materia textil, hilanderías, tejedurías con inversiones fuertes de capital están acá, en La Rioja. Junto al Gobierno Nacional pensamos medidas concretas sobre cómo podemos integrar las otras partes de la cadena textil para generar mano de obra de manera eficiente en confección y calzado.
Es por esto que al inicio de la gestión enviamos cuatro leyes a la legislatura local para marcar el rumbo de la política industrial con un ordenamiento territorial y de propiedad. Por ejemplo, en el parque industrial de la provincia dispusimos de todos los inmuebles desocupados o que se están usando para otra cosa, ya que al finalizar la promoción industrial quedaron naves en el parque con todos los servicios, como energía eléctrica, gas natural, logística y accesibilidad, y en está gestión los completamos con fibra óptica disponible específicamente para actividades industriales. Esta ley se complementa con otra a través de la cual expropiamos de a ocho inmuebles por vez, para recuperarlos y ponerlos a disposición de un privado que quiera invertir. Obviamente, tras un análisis del proyecto de inversión, viabilidad del proyecto y con una exigencia específica de cumplimiento de inversión y generación de mano de obra.
MP: ¿Cuántos inmuebles han podido recuperar e incorporar a nuevas empresas?
FB: Ya recuperamos 10 naves industriales, ya sea por vía administrativa, judicial o a través de la expropiación. Ocho de ellas están ocupadas por empresas que se agrandaron o por nuevas empresas que se han radicado en la provincia.
En este sentido, otra ley importante que mandamos es la de Beneficios Provinciales, para incentivar la radicación, ya que cuando uno conversa con la empresa ve que no alcanza solo con lo mencionado anteriormente, necesitamos que las políticas industriales nacionales sean realmente importantes para tomar la decisión de radicación y de inversión. Esta ley contempla 100% de exención de impuestos provinciales para las empresas nuevas radicadas o aquellas que muestran un incremento de su productividad o de su generación de mano de obra. Además, busca dar apoyo al empleo a través de un programa riojano de inclusión laboral, similar al Sumar de Nación, donde la provincia se hace cargo del 50% del salario mínimo vital y móvil por cada empleado nuevo que una empresa genere y ese 50% crece el 60% si la persona que incorpora es mujer, joven entre 18 y 24 años o integrante de algunas de las diversidades.
El alivio impositivo, el apoyo a la generación de trabajo, la entrega gratuita de inmuebles y facilitar el acceso a créditos subsidiados por la provincia son pilares fundamentales de estas leyes.
MP: Venís mencionando varias políticas en las cuales se vinculan con Nación ¿De qué forma se da esa articulación? ¿En qué aspectos la provincia tiene más políticas propias y en qué aspectos necesitas recurrir más a la asistencia de Nación?
FB: La relación de trabajo realmente es muy fluida. Nosotros necesitamos mucho de Nación en las cosas más grandes. Un ejemplo claro es el régimen específico que pudimos generar para confección y calzado, que está en plena ejecución con el apoyo de la Secretaría de Industria y que se cruza con PyME, porque el fondeo es a través del FONDEP. Estas herramientas nacionales, sumado a las medidas impulsadas en la provincia, nos permitirán llegar al primer semestre de 2022 cumpliendo con el cupo de 500 nuevos puestos de trabajo en estas dos industrias.
La articulación también se dio en una línea de financiamiento específica para empresas estratégicas que nos está permitiendo: terminar una fábrica de vidrio para contribuir al gran problema sistémico de oferta de botellas y frascos para alimentos, una de las principales industrias de la provincia; una fábrica de ladrillos que hoy en día está teniendo más demanda que oferta; y una fábrica de motos que ya está trabajando en un proyecto específico con alto contenido nacional.
MP: La Rioja se destaca por tener varias empresas públicas en sectores productivos, como el caso de Agrogenética en Cannabis, o Parque Eólico Arauco que fue uno de los primeros en apostar a los molinos nacionales de IMPSA. ¿Podrás contarnos más acerca de esas experiencias? ¿Por qué el Estado provincial toma ese rol? ¿Qué ventajas y qué limitaciones encuentran en esta estrategia?
FB: Con algunos fondos que tenemos disponibles de préstamos para la provincia buscamos propiciar la formación de empresas con participación estatal mayoritaria pero fomentando la asociación con privados. Esto se ha hecho en sectores estratégicos y podemos decir que la performance ha sido excelente y se han creado sociedades anónimas unipersonales, donde el Estado es el dueño del 100% de las acciones pero funcionan bajo el derecho privado, previendo que tienen que ser eficientes y generar mano de obra.
Esta fue la génesis de la creación de este grupo de empresas. Vale decir que la idea no es que compitan con el privado sino desarrollar sectores estratégicos o incentivar sectores donde aún no se han instalado privados.
En el caso del Parque Eólico, se trata de una empresa que si bien tuvo problemas en cuanto al endeudamiento que hubo en ese momento para poder avanzar hoy tiene tres contratos con el RenovAr, con IMPSA y seguramente los 150 megas que genera hoy lleguen a 400 megas a futuro.
MP: ¿Qué otro caso destacarías además del eléctrico?
FB: Agrogenética es otra empresa modelo. Es el único lugar donde hay cultivos de cannabis y en marzo vamos a tener el primer aceite, así que estamos participando activamente en lo que es la Ley de Desarrollo del Cannabis Medicinal y el Cáñamo Industrial para darle un marco a esta actividad.
Chilecito tiene condiciones para producir outdoor, algo que estamos probando de manera experimental, y tenemos grandes productores con conocimiento, con tecnología de riego y con mano de obra capacitada en esto. Nuestra intención es que a través de este laboratorio podamos agregar una línea de negocio que replique plantas. Tuvimos que importar las semillas de Colombia y cada paso fue muy engorroso así que nos interesa poder ser proveedores de genética y generar un polo industrial cuando se logre destrabar la ley.
Otra empresa importante donde logramos financiación con el Ministerio de Desarrollo Productivo es la productora porcina Cerdo de los Llanos, que hoy tiene más de 2.500 madres y debe estar entre las 10 empresas más importantes del país. Gracias a esta inversión vamos a poder duplicar la cantidad de madres y faenar en origen la totalidad de lo producido. En este caso tratamos de hacer una alianza con las carnicerías minoristas y mayoristas para que puedan estar integradas ya que buscamos escalar rápidamente para lograr atraer una inversión importante de China. También tenemos cerca los granos del norte de Córdoba y San Luis lo que implica un beneficio para ellos al mismo tiempo ya que les conviene más vendernos que tener que llevarlos hasta el puerto de Rosario y nos permite acceder a un precio menor.
MP: La Rioja es la tercera provincia en superficie cultivada con vid, solo detrás de San Juan y Mendoza. Sin embargo, no está directamente asociada al vino como sí lo han logrado regiones como el Valle de Uco en Mendoza, Cafayate en Salta y, en menor medida, el Valle de Calingasta en San Juan. ¿Cuáles son las perspectivas para el sector?
FB: La verdad es que la provincia ha avanzado muchísimo en mejorar su calidad de vinos. Estamos viendo con mucho agrado que las bodegas que ya estaban instaladas en la provincia, como Catena Zapata, están tendiendo otra calidad de vinos que ofrecen al mercado y claramente esto prestigia muchísimo a la provincia y hace que otros actores importantes como Peñaflor, La Puerta o Nina por nombrar algunos, estén accediendo a mercados internacionales, como China fundamentalmente, lo que nos da una perspectiva de alto crecimiento en el rubro.
También estamos viendo la posibilidad de identificar tierras y ofrecerlas para hacer crecer la actividad. Acá en La Rioja hacemos vinos en altura, dato no menor, así que vemos mucho potencial en este sector y aspiramos a que estas marcas instalen más bodegas en la provincia, lo que le daría mayor visibilidad al mercado y además podría atraer turismo.
Precisamente, en cuanto al turismo pareciera que el potencial no está del todo explotado. ¿Qué visión tiene la provincia sobre cómo aprovechar sus atracciones?
El turismo está dentro de los ejes más importantes que definió el gobernador de la provincia pero requerimos mucha inversión privada y pública para infraestructura. Tenemos variedades de paisajes naturales, hermosos y únicos que no están acompañados por infraestructura que permita explotar esta actividad. En este sentido el gobierno de la provincia se planteó el objetivo, y lanzamos una línea de inversión, para crecer en camas con complejos chiquitos que reciban a los turistas. También queremos desarrollar la noche riojana. La estrategia está orientada en circuitos de distintas zonas geográficas. Pretendemos que la gente se quede más tiempo y ofrecer más actividades.
MP: Últimamente la provincia viene apostado a la economía del conocimiento, mediante programas e incluso la sanción de una Ley de Promoción. ¿Cuáles son los ejes de esta estrategia? ¿Qué perfil de inserción puede tener La Rioja?
FB: Al inicio de la gestión una de las primeras cosas que se hicieron fue trasladar el área de ciencia y tecnología a nuestro ministerio, antes dependiente de educación, como eje dentro del esquema de desarrollo productivo y generación de trabajo en la provincia. Así empezamos un trabajo en conjunto donde educación se quedó con todo lo que es despertar habilidades, motivar a los chicos a mirar carreras más duras, generar núcleos de conocimiento que incentiven la robótica y, por otro lado, todo lo que es la política productiva quedó acá en el ministerio.
También creamos una ley porque creemos que es la mejor manera para garantizar seguridad jurídica. Partiendo de la base de que La Rioja no tenía nada en materia de economía del conocimiento, la ley ofrece incentivos por cada empleo que se genera, y agregamos becas de “tecnoempleo” donde la provincia se hace cargo de sueldos de chicos o chicas que aún no están trabajando en relación de dependencia porque están arrancando. Así que vamos trabajando en simultáneo la radicación de empresas y la formación de capital humano. Para esto ofrecemos todo tipo de apoyo en incubación, aportes no reembolsables para emprendedores, y créditos blandos.
Según la última estadística que tenemos, La Rioja fue la provincia que más creció entre agosto de 2019 y agosto de 2021 en términos de generación de empleo en software, lo que significa alrededor de 187 empleos. En la empresa número uno el crecimiento de empleo fue de 89%. Esto es fruto de nuestra visión y decisión política porque rápidamente adherimos a la ley nacional y generamos herramientas propias.
La pata fundamental de este sector es la formación y en la provincia tenemos cinco universidades con carreras vinculadas a la economía del conocimiento así que pusimos el foco en las alianzas con cursos cortos y lenguajes de programación orientados a la demanda del mercado. También armamos una base única de jóvenes afines para que las empresas puedan ver estos perfiles y que la etapa de contratación sea más accesible. Así generamos varios aliados que nos brindan formación.
MP: Para cerrar, mencionaste distintos proyectos con potencial exportador y las dificultades que hay en infraestructura por la ubicación geográfica ¿Qué proyectos de infraestructura identifican como claves para poder potenciar el desarrollo productivo de la provincia?
FB: Hace rato que la provincia viene buscando con otras de la región desarrollar la salida al Pacífico. En ese sentido, estamos trabajando en el corredor Oceánico con salida al Pacífico pero apoyando el reestablecimiento del tren. El paso de Catamarca ya empezó a exportar pero sin dudas nosotros apuntamos al tren, no sólo pensado desde el potencial exportador de cada provincia sino desde aprender a comercializar por ahí en lugar de por el puerto de Buenos Aires. Esto nos daría posibilidades enormes para sentarse con las empresas, y ojalá en el futuro con mineras, y discutir acuerdos comerciales importantes para la provincia.