Diálogo Productivo con Carlos Morello

La Universidad Provincial de Administración, Tecnología y Oficios (UPATECO) fue creada en Salta hace poco menos de un año y medio, con el objetivo de formar trabajadores calificados en actividades con gran potencial de crecimiento. Carlos Morello, su rector, nos cuenta sobre la importancia de la UPATECO en el desarrollo de la provincia, y sobre el trabajo conjunto con el sector privado para definir una oferta académica que genere empleo de calidad.

Diálogo Productivo con Carlos Morello

MISIÓN PRODUCTIVA: ¿Cuál fue la motivación principal detrás de la creación de la Universidad Provincial de Administración, Tecnología y Oficios (UPATECO)? Y en cuanto a los objetivos, ¿cuál es el primer diferencial que encuentran respecto del resto de la oferta educativa? 

CARLOS MORELLO: En Salta teníamos la Universidad Provincial de Administración Pública, que era de formación exclusiva de los agentes de la administración pública. Cuando Gustavo Sáenz asume la gobernación de la provincia, amplía el marco de trabajo y los objetivos de esta Universidad para llevarla a una lógica distinta que entiende que la generación de trabajo en las provincias y los municipios no es tarea sólo del Estado, sino fundamentalmente del sector privado.

Además de ser una provincia muy linda, en Salta hay actividades económicas con un desarrollo importante que generan muchas oportunidades. El turismo es una de las principales. También tenemos producción agropecuaria y un desarrollo incipiente de la minería, que puede significar una oportunidad de crecimiento muy grande para la provincia por la gran presencia de litio y de minas de metales. Otra de las áreas que vemos con posibilidades de desarrollo fuerte es la de economía del conocimiento. Y además, por la ubicación geográfica de la provincia, tenemos un potencial importantísimo en energías limpias. 

Entonces vemos este escenario con tantas actividades económicas muy potentes, muy rentables y con mucha proyección, y también vemos que los índices sociales de pobreza, de indigencia y de trabajo no registrado son altísimos. Uno de los diagnósticos a los que llegamos para explicar esto es que nuestra gente no está capacitada para acceder a los puestos de trabajo calificado que están requiriendo estas cinco áreas –turismo, agro, minería, economía del conocimiento y energías limpias–; no tienen los conocimientos específicos para desarrollarlos. 

De este diagnóstico viene la visión de crear una universidad provincial de tecnologías y oficios. Ampliamos el marco de formación de los agentes de la administración pública y ahora formamos principalmente en tecnologías y en oficios tradicionales. Porque también notamos, charlando con amigos y amigas otras provincias, que los oficios tradicionales se han ido perdiendo en el tiempo, y se volvió muy difícil conseguir, por ejemplo, un gasista, un plomero, un electricista que vaya urgente a tu casa cuando lo necesitás. Así que con esa visión, con ese diagnóstico, ampliamos el objetivo de la universidad y el 1° de junio de 2022 la pusimos en marcha.

MP: ¿Cómo construyeron la institucionalidad? 

CM: La Universidad se creó por ley con mucho consenso del oficialismo y también de la oposición. Fue un proyecto de ley que envió el gobernador a la legislatura. En el Senado el 100% de los senadores votaron a favor de la creación de la Universidad, incluso la oposición. El Senado de la provincia está compuesto por un representante de cada uno de los departamentos: hubo consenso absoluto de que hacía falta una universidad como UPATECO. En la Cámara de Diputados, en cambio, algunos se opusieron a la creación de la universidad, pero fueron los menos. 

En la ley se establece cuál es la estructura orgánica de la Universidad y también la validez provincial de los títulos. Tenemos la intención de que nuestros títulos tengan validez nacional y de hacer los trámites que haga falta para conseguirlo. Pero más allá de eso, de la legalidad y la validez provincial de los títulos, en las áreas en las que la Universidad genera oferta académica valen mucho más las competencias, la formación de los alumnos, que el título en sí mismo. Dictamos cursos y muchos de nuestros alumnos no llegan a obtener el título universitario, pero consiguen trabajo por las competencias que adquirieron en su paso por la universidad. 

MP: ¿Cuál es el enfoque académico de la Universidad en términos de formación técnica y profesional? ¿Cuáles son las áreas clave de la Universidad y las demandas laborales específicas a las que busca responder?

CM: La Universidad tiene formación modular y por competencias. Nuestras carreras se constituyen a través de módulos en los cuales nuestros alumnos y alumnas van adquiriendo determinadas competencias. Por ejemplo, tenemos una Tecnicatura Universitaria en Producción Audiovisual compuesta por módulos de edición de video o de sonido, y cada uno de esos módulos te otorga competencias para que vos puedas desarrollarte. Quizás ya cumplías tareas en un canal de televisión, por ejemplo, entonces hacés la tecnicatura y potenciás tu trabajo, o vas sumando módulos y armando tu escalera hacia el título universitario. Por otro lado, todos nuestros formadores se eligen por concursos: convocamos a concursos, nuestros formadores se presentan y seleccionamos a los mejores. 

Una de las áreas más fuertes y a la que apuntó la oferta académica hasta ahora es economía del conocimiento. Estamos terminando el primer año de cursada de la Tecnicatura en Desarrollo de Software y en diciembre vamos a terminar el primer año de la Tecnicatura en Producción Audiovisual, en Robótica y Automatización y en Marketing Digital. Después tenemos una oferta muy amplia en oficios tradicionales, que se define junto con las autoridades de cada municipio según los cursos que necesitan: reparación de celulares, reparación e instalación de aire acondicionado, mecánica de motos, barbería. Salta tiene 60 municipios y en casi 18 meses de vida de la UPATECO hemos llegado a 32 con la oferta académica presencial, y a los 60 municipios a través de la virtualidad, porque tenemos carreras y cursos 100% virtuales.

La oferta académica que vamos desarrollando tiene que ver con las necesidades del sector privado. Charlamos muchísimo con el sector privado para que nos vaya guiando sobre qué formación se necesita, ya sea en términos de carrera o de curso. El sistema de formación modular, por competencias, y la selección de la oferta académica la sugiere siempre el sector privado. Por ejemplo, ayer inauguramos la sede de la UPATECO en Rosario de la Frontera, una ciudad al sur de Salta cuya principal actividad productiva es la agropecuaria. Nos contactamos con las empresas del rubro y nos han ido guiando hacia dónde teníamos que llevar la oferta académica. Entonces los cursos que vamos a dictar hasta fin de año, antes de que empecemos con las carreras, tienen que ver con esta actividad: cuidado de cría de ganado mayor, reparación y conducción de maquinaria agrícola… Toda la oferta académica se va formando con ese espíritu. 

Otro ejemplo: tenemos un curso en el que formamos mujeres y diversidades en oficios de la construcción, para el cual hemos charlado con la Cámara Argentina de la Construcción, la filial Salta. Y después tenemos convenios firmados con empresas particulares que plantean la carencia de trabajadores calificados en determinada área, y nosotros tratamos de formar ese tipo de perfil. También hemos puesto en marcha cursos particulares sobre las demandas de trabajadores calificados que tenía el Clúster Tecnológico Salta. En resumen, estamos en permanente contacto, diálogo y elaboración de propuesta académica con el sector privado. 

MP: En ese sentido, ¿están pensando en proponer a las empresas algún sistema de pasantías para estudiantes?

CM: El gran esfuerzo que tenemos que hacer el año que viene es el de generar vínculos entre nuestros alumnos y alumnas y el sector privado para que puedan empezar a trabajar. Durante estos meses lo hemos hecho. Tenemos convenios firmados con empresas locales y con otras muy grandes como Globant para que nuestros chicos y chicas hagan pasantías o prácticas profesionales. Por ejemplo, 16 de nuestros alumnos de la Tecnicatura en Producción Audiovisual empezaron a hacer sus prácticas en uno de los canales de televisión más importantes de la ciudad de Salta. Así que este tema es una de nuestras prioridades, y el año que viene lo vamos a encarar con mucha más fuerza.

MP: Si bien es una institución relativamente nueva, ¿están contemplando realizar un seguimiento de los trayectos de los estudiantes: terminalidad, deserción, calidad de los empleos a los que acceden?

CM: Es todo muy nuevo y muy dinámico, y en algunos momentos es un torbellino porque avanzamos sin parar. Cuando nació la UPATECO no teníamos sede, y ahora ya tenemos sede en Salta capital, inauguramos otras tres en el interior de la provincia y están en obra dos sedes más. Queríamos demostrar que sí se pueden hacer cosas, así que no paramos de avanzar. 

La oferta educativa que hemos generado es muy amplia, y hemos tenido muchísimos alumnos y alumnas durante este año y medio. Así que estuvimos haciendo encuestas permanentes sobre de dónde vienen y cómo es su paso por la Universidad, buscando también a quienes se han incorporado al mundo del trabajo. De hecho recién estuve charlando con alumnas que están construyendo una obra, y les preguntaba cómo están trabajando, cómo les sirvió su paso por la Universidad. Tratamos de hacer este seguimiento, pero todavía no lo tenemos sistematizado; hacia ahí vamos.

MP: Quizás vinculado con la deserción, notamos que cada vez se está apuntando a hacer carreras más cortas. En el caso de la UPATECO, ¿cuál es la carga horaria y cuántos años duran las carreras? ¿La oferta es presencial y también virtual?

CM: La duración de los cursos que dictamos es de dos a cuatro meses, para las carreras es de dos a tres años. Tenemos algunos cursos y carreras 100% virtuales, otros híbridos y otros 100% presenciales. En cuanto a la deserción, hay un gran desfasaje entre la cantidad de inscriptos e inscriptas y los que efectivamente empiezan a cursar. Esto lo detectamos a través de encuestas y de charlar con nuestros alumnos. 

Es muy pronto para que podamos contar con estadísticas pero, a grandes rasgos, de 10 que se inscriben, empiezan a cursar 5. La Universidad ha generado muchísima expectativa, entonces se inscribe muchísima gente. Se nos saturan las plataformas de inscripción en horas o incluso minutos y se nos terminan los cupos, entonces vamos agregando. Además, el sistema de inscripción es virtual, entonces no implica mayor esfuerzo. Y cuando les mandas a los chicos, por ejemplo, su horario de cursada, la carga horaria es realmente pesada, como la de cualquier universidad. Entonces quizás ni siquiera empiezan a cursar. Creo que entendían que se trataba de un cursito, que era algo fácil, y cuando ven la carga horaria se dan cuenta de que es una universidad. De todos los que superan esta primera etapa y empiezan a cursar, tenemos un gran porcentaje que sigue en la Universidad.

MP: ¿Cuáles son los planes a futuro de la Universidad? ¿Están pensando seguir ampliando la oferta en otras localidades o en hacer transferencia de conocimiento con otras provincias? 

CM: La formación para el trabajo en Salta es una política de Estado asumida por el gobernador y por todo el gabinete de la provincia como una de las prioridades de su gestión. Nosotros tenemos un apoyo permanente: es una universidad muy joven, es todo muy nuevo y en muy poco tiempo hemos dado grandes pasos; eso es porque hay una línea directa con el gobernador. Por eso, seguimos trabajando muy fuerte en la proyección de más sedes en el interior de la provincia y en Salta capital, donde queremos ir por dos sedes más. Por ejemplo, estamos proyectando una sede que nuclee carreras y cursos vinculados a la producción audiovisual y a los videojuegos. Queremos hacer una carrera de gaming y vamos a construir una sede específica para ello. Vamos a seguir creciendo porque hay muchas necesidades en Salta y a la vez hay mucho potencial de crecimiento. 

Luego de la pandemia, el turismo se está recuperando y está creciendo. Estamos tratando de superar los números de visitas de 2019, y ya vamos por números similares. En este sector se está generando mucha necesidad de mano de obra calificada, desde guías de turismo hasta mozos. En algunas localidades turísticas hemos dictado cursos de inglés con orientación a gastronomía y hotelería, por ejemplo. 

La minería está dando sus primeros pasos en Salta y está demandando muchísima mano de obra calificada. Aquí hay un nicho para que en los próximos años los salteños y las salteñas consigan trabajo de calidad y bien pago. Hasta ahora cuando las empresas necesitaban trabajadores para la minería tenían que salir a buscarlos en otros lugares. Nosotros queremos que la minería genere una transformación en la provincia y que esa transformación llegue hasta nuestra gente, sobre todo a los pobladores de la Puna, que es donde están las minas; no queremos que la vean pasar. 

Así que UPATECO va a seguir siendo política de Estado por muchos años más. Vamos a seguir creciendo en infraestructura y en oferta académica. También vamos a ir modificando esta oferta, tenemos esa capacidad, tenemos una movilidad importante: donde ya formaste y saturaste el mercado, hay que ir por otro lado. Por ejemplo, creamos la Tecnicatura en Desarrollo de Software y la vamos a tener 20 años, pero si en dos años hace falta ir por otro lado lo vamos a hacer.

MP: ¿Cómo ves el panorama general de Salta en términos educativos?  

CM: Tenemos un sistema de educación estatal muy importante, muchos centros de formación profesional y, además, dos universidades de mucho prestigio: la Universidad Nacional de Salta y la Universidad Católica, y también otras universidades privadas. Pero la oferta académica que existía no tapaba todos los baches de formación. Este es el panorama que vio el gobernador para decidir crear una universidad provincial. Necesitamos formar rápido porque tenemos oportunidades en el corto plazo, y el sistema tradicional de educación va muy lento. Esto no pasa sólo en Salta, sino en el mundo: el sistema tradicional va lento y hay necesidades formativas ya. 

Mañana necesitamos formar en San Antonio de los Cobres porque una empresa minera está necesitando determinados trabajadores. Pasado mañana necesitamos lo mismo en Güemes, otra localidad de la provincia. Después vamos a una zona turística como Cafayate y necesitan que formemos un perfil de trabajador urgente. El sistema tradicional educativo no estaba preparado para esta dinámica de formación y de generación de empleo que está necesitando la provincia. Así que venimos a complementar la oferta académica; no a competir con nadie, sino a complementar: no dictamos carreras que ya existen en otras universidades o en otros ámbitos del sistema educativo provincial. 

MP: Ustedes articulan con las escuelas secundarias para que se inserten en la universidad y después con las empresas para que se puedan insertar en el mundo laboral. ¿Han generado algún otro tipo de alianzas o tuvieron algún intercambio de experiencias con otras instituciones públicas o privadas, o con otras provincias? 

CM: Hemos trabajado con cámaras empresariales, con la Cámara Argentina de Construcción, filial Salta, como te comentaba. También con empresas particulares y con grupos de empresas. Por ejemplo, estuve charlando con gente del Instituto Superior Politécnico Córdoba porque quieren conocer lo que hacemos para intercambiar experiencias. Cuando ves otras experiencias similares de otros países o de otras provincias, vas descartando los errores y podés avanzar más rápido. Y nosotros tenemos urgencia en avanzar. 

A la vez contamos con mucho acompañamiento de todo el Gobierno de la Provincia. El gobernador está una vez por semana en alguna actividad de la Universidad. Es muy importante para él y para las posibilidades de crecimiento económico de Salta. Nuestra provincia, como todas las del norte, tiene carencias importantísimas. Entonces vemos el futuro con incertidumbre por lo que pueda llegar a venir, pero a la vez con optimismo porque tenemos muchas áreas en pleno desarrollo. 

Y repito este concepto que me parece relevante: no podemos permitir que los salteños y las salteñas que viven en esta provincia queden al margen del desarrollo económico que pueden generar actividades como la minería. Tuvimos experiencias muy traumáticas cuyas consecuencias se siguen pagando: en el norte de Salta teníamos una producción hidrocarburífera importantísima; en los 90 cuando se privatizó YPF todo eso quedó abandonado, tierra arrasada, y no hubo forma de encontrar otro tipo de actividades para que nuestra gente del norte tenga una vida digna. No queremos que pase lo mismo con la minería, que nos va a dar una gran oportunidad. 

Entonces queremos –no por chauvinismo, sino porque tenemos muchas carencias– que sea la gente de nuestra provincia la que acceda a los empleos que generan actividades como la minería, el turismo, la economía del conocimiento; y que eso nos permita también ir desarrollando otras actividades, porque la vida útil de una mina son 20 o 30 años. Queremos formar a nuestra gente para construir alternativas a esa actividad que va a ser fundamental para la Puna.

 

Por Mercedes Menga y Gonzalo Brizuela