Diálogo productivo con Laura Vergara

En el marco de un nuevo debate sobre el rol de las empresas públicas, dialogamos con Laura Vergara, presidenta de Cerdo de los Llanos, una de las 37 empresas del Estado de la Provincia de La Rioja. En esta nueva edición de Diálogo Productivo tuvimos la oportunidad de conversar sobre el aporte que la empresa hace al desarrollo local, al arraigo de jóvenes en el interior de la provincia, la generación de empleo y de capacidades productivas, así como sobre los desafíos que enfrenta para escalar la producción y lograr exportar. 

Diálogo productivo con Laura Vergara

En el marco de un nuevo debate sobre el rol de las empresas públicas, dialogamos con Laura Vergara, presidenta de Cerdo de los Llanos, una de las 37 empresas del Estado de la Provincia de La Rioja.

En esta nueva edición de Diálogo Productivo tuvimos la oportunidad de conversar sobre el aporte que la empresa hace al desarrollo local, al arraigo de jóvenes en el interior de la provincia, la generación de empleo y de capacidades productivas, así como sobre los desafíos que enfrenta para escalar la producción y lograr exportar. 

Misión Productiva: ¿Por qué La Rioja fundó y desarrolló una empresa productora de carne porcina? ¿Hay algún motivo por el cual se localiza en el sur de la Provincia?

Laura Vergara: La principal causa de la generación de todas las empresas del Estado de La Rioja es crear puestos de trabajo en el interior de la provincia y contribuir al arraigo de los jóvenes en las localidades. Generar oportunidades por fuera del empleo municipal.

Diálogo productivo con Laura Vergara

En segundo lugar, esto empezó en una época en la que Cristina (Fernández de Kirchner) hablaba mucho de la soberanía alimentaria y en línea con eso, el gobernador en su momento decide hacer una empresa del Estado que sea una granja de cerdos y otra de pollos. Si bien el centro productivo está en Chepes, siempre hablamos de un proyecto que sea de los Llanos, de todos los Departamentos del sur de la Provincia. Además diversificando bajamos el impacto en el ambiente, al no estar concentrados los animales en un sólo punto.

MP: ¿Cómo se vinculan los objetivos de Cerdo de los Llanos con el desarrollo local? 

LV: La empresa contribuye no sólo con la generación de puestos de trabajo, sino promoviendo proveedores locales. Trabajamos muy bien el desarrollo de proveedores locales, que han crecido exponencialmente junto con el crecimiento de la empresa. Cuando hicimos los galpones en Ulapes, propusimos a un grupo de albañiles que se formalicen, asocien y generen una empresa. Ahora están unidos y venden sus servicios como empresa constructora. Cerdo de los Llanos se desarrolla con las ferreterías, las estaciones de servicio, con los servicios de línea eléctrica. Todo lo que es alta tensión lo hace una empresa, otra empresa hace los mantenimientos con la maquinaria de perforaciones.

Apostamos mucho al desarrollo de proveedores locales y el crecimiento de estas ferreterías y que tiendan a ser industriales para abastecer a la empresa. En los inicios, necesitábamos un tornillo, teníamos que ir a San Juan o a Córdoba, se nos rompía un motor y había que subirlo a la camioneta e ir a Santa Fe. Hoy hay una empresa metalúrgica, con 3 soldadores que trabajan con tecnología de punta. A lo que apuntamos es a la especialización en los sistemas de producción y a la formación profesional porque también es una herramienta de trabajo y de desarrollo personal.

MP: ¿Y en relación a la infraestructura? ¿Se han hecho obras a propósito de la empresa que hayan mejorado las condiciones para invertir y producir en el sur riojano?

LV: En materia de energía es relevante lo que se hizo en Chepes. Se construyó un parque solar contiguo a la planta, que inyecta energía a la red del pueblo y contribuye a estabilizar el servicio en los momentos de gran demanda.

Diálogo productivo con Laura Vergara

Da una energía de mejor calidad que la teníamos anteriormente. Eso se puso para abastecer a nuestra planta de alimentos y también contribuye a lo del pueblo. 

MP: ¿Qué aprendizajes ofrece la experiencia de Cerdo de los Llanos para pensar sobre el rol empresario del Estado en una economía regional?

LV: Especialmente con las empresas del Estado, había una imagen de que iban a ser mal administradas, mal gestionadas. Ese mito se fue deconstruyendo al tener las carnicerías, al llegar el producto a manos del consumidor a un mejor precio, al tener productos de calidad, al ver que la empresa ha trascendido más de 10 años y sigue un camino de crecimiento.

Nos cuesta el doble demostrar que somos empresas del Estado que buscamos una rentabilidad mínima y el desarrollo de las personas, capacidades, oportunidades. Queremos tener garantizada la estabilidad y rentabilidad de la empresa para poder tomar decisiones, de para dónde vamos, cómo crecemos, cómo agregamos valor dentro de la cadena, con el acompañamiento del Estado pero sin el subsidio permanente, sin la dependencia del aporte del Estado. La empresa hoy tomó un crédito, garantizado por la Provincia porque al ser del Estado la empresa no puede tener acceso a los créditos directamente de los bancos, pero las cuotas las paga la empresa y es un crédito, no un ANR. Ese es el camino, de la misma manera que las empresas privadas: tomando deuda, financiar y poder pagar. 

MP: ¿Para qué se toma financiamiento?

LV: El financiamiento que tuvimos fue para el proyecto de ampliación. Nosotros teníamos 2500 madres y hemos crecido a 3100 madres. Las madres son la unidad productiva mínima, es decir, la capacidad de producción de una empresa porcina se mide en madres. Hay un ranking: el año pasado estábamos número 10 u 11 y ahora pasamos al número 9 por la capacidad de producción de nuestra granja.

Ese proyecto de ampliación de 2500 a 3100 madres fue posible con un crédito del BICE, que financió el 70% del proyecto y la provincia aportó el otro 30%. Queríamos un proyecto más grande, pero hicimos un escalón y creemos que podemos ir teniendo un crecimiento constante. Nosotros faenábamos parte en Chepes y vendíamos la mitad de los animales en pie a otras provincias. Hacíamos 1100 kilómetros para ir a Buenos Aires y vender allá esos animales, ahora hicimos la inversión para poder faenar la totalidad de los animales en La Rioja.

MP: ¿Podés caracterizar etapas de desarrollo de la empresa? ¿Cómo fue la evolución?

LV:  Lo primero fue consolidarnos con la producción, lograr que fuera constante y de calidad, aprender la cultura de producción intensiva. Comenzamos vendiendo a frigoríficos en Córdoba, después empezamos a querer vender mejor, tuvimos reuniones con empresarios muy importantes, dueños de cadenas de supermercados. Queríamos ver qué capacidad tenía nuestro producto de llegar a una negociación, garantizar estabilidad en el abastecimiento pero poniendo nosotros el precio. Ganamos esa negociación, vendíamos más caro porque estábamos a 1000 kilómetros, pero garantizamos estabilidad de producción y calidad. Eso nos hizo crecer y posicionarnos fuerte a nivel nacional.

Vendiendo los animales en pie, el mayor trabajo lo hacíamos nosotros pero no nos quedaba la mayor rentabilidad, entonces empezamos de a poco con el frigorífico (municipal) para abastecer a los riojanos y con mejor precio. Empezamos de a poquito y hoy llegamos a poder faenar 1900 animales por semana, abasteciendo no sólo a La Rioja Capital sino a San Juan, Catamarca, Córdoba y Salta donde estamos llegando con medias reses nuestras. Y acá en La Rioja, abastecemos cadenas de supermercado con nuestros productos, albóndigas, milanesas, chorizos, que tienen aún más valor agregado, no es sólo la media res sino que tiene un corte, un procesamiento, un producto ya industrializado.

Así fue el crecimiento. Los próximos hitos a alcanzar son consolidarnos como franquicia, así como somos en La Rioja formadores de precios, ser a nivel nacional formadores de precios. Y poder llegar a exportar, que sería algo muy importante para la provincia, más siendo una empresa del Estado.

MP: ¿Cuáles son los próximos pasos?

LV: Queríamos eficientizar la compra de los granos comprando en el Norte, en Salta, Santiago del Estero y Tucumán, y traerlos en tren al Departamento General Ocampo que tiene una planta cerealera fuera de uso a la que llegan las vías, pero se hace difícil porque todo lo que es acopio de granos y el uso de las líneas de tren está casi absorbido por el maíz de exportación y no logramos acceder. Un objetivo próximo es llegar a producir 5 mil madres integrando engordes en otras provincias: Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba, cerca de donde está el maíz. De esa forma, evitarnos el flete y lograr que los mismos productores de maíz dejen de exportar maíz, hacer que esa producción de soja y maíz se transforme en exportación de carne de cerdo, que es la más demandada del mundo.

Hoy no es posible para nosotros porque tiene que haber un conjunto de situaciones que favorezcan la comercialización en el mercado externo, sumado a que Argentina sigue teniendo una demanda de carne de cerdo insatisfecha que se está cubriendo con producción de Brasil. Todavía hay camino que recorrer para abastecer a la Argentina. 

MP: ¿Cuáles son los desafíos en términos de capacitación?

LV: Queremos profesionalizar la producción ganadera. La gente no era experta en la producción de cerdo a nivel intensivo y además vamos incorporando nuevas tecnologías. Hoy manejamos todo con datos. Estamos pensando en hacer una Escuelita de Producción, que los chicos entren a trabajar con la noción ya incorporada de tomar registros, sabiendo cómo se detalla un tratamiento farmacológico, los riesgos que implica el mal procesamiento y la no vacunación, por ejemplo. No es sólo el manejo con los animales, sino el manejo de datos. Queremos que eso sea transparente, que los chicos vean cómo lo medimos, cómo lo vemos, cómo lo analizamos y desarrollar esas capacidades, en eso estamos.

Además, en la industria de la carne hay pocos sistemas de gestión, los mejores son muy caros y no están adaptados a las producciones argentinas. Tenés que optar por lo local que es todavía muy básico. Entonces estamos desarrollando ingenierías que adapten estos sistemas de gestión para que puedan medir mejor. Queremos que contadores, operarios, ingenieros en alimentos, ingenieros agrónomos, se involucren en el mismo nivel de información. Es una empresa nueva, son muchos chicos jóvenes. Yo quiero que se apropien de estos proyectos ellos también, de eso se trata.

MP: Por último, sos la única presidenta mujer al frente de una empresa estatal riojana. ¿Cómo ves la brecha de género en relación con la actividad productiva?

LV: Hay un desafío grande para generar mayor igualdad en la producción en campo, en granja. Veo que en otros países, Brasil por ejemplo, eso se promueve fuerte.

En esta empresa, la encargada de frigorífico es una mujer, el área financiera también la maneja una mujer, lo cual es importante, que no sea siempre RRHH el área de responsabilidad de las mujeres. Ocupan lugares de decisión. Yo siento la responsabilidad de abrir puertas, generar oportunidades de desarrollo para emparejar la brecha de género y que funcione como un trampolín para que esta experiencia se siga reproduciendo.

Por Malena Buchsbaum