Cadena de Valor | Hablemos de cannabis

Pocas veces se puede vivir el nacimiento de un sector productivo de forma concreta. El #CadenadeValor de hoy va a tratar justamente, si se quiere, sobre uno de esos hechos que se cuentan con los dedos de una mano. El martes de la semana pasada Alberto Fernández promulgó promulgó la Ley Nº27.699 que define un marco regulatorio para la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.

Cadena de Valor | Hablemos de cannabis

Miércoles 01 de Junio

¡Buen día! ¿Cómo les va? Los saludo mientras viajo para Neuquén, ¡mañana voy a conocer Vaca Muerta!

El newsletter de hoy es muy sectorial, pero va sin demasiada profundidad técnica porque es una carta de presentación de un nuevo sector en nuestro país. Ya habrá tiempo y oportunidades para conversar más sobre el tema, este por ser el primero va cortito y al pie.

“Que florezcan mil flores”

Pocas veces se puede vivir el nacimiento de un sector productivo de forma concreta. El #CadenadeValor de hoy va a tratar justamente, si se quiere, sobre uno de esos hechos que se cuentan con los dedos de una mano. El martes de la semana pasada Alberto Fernández promulgó promulgó la Ley Nº27.699 que define un marco regulatorio para la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. De esta forma, “nace” oficialmente en el país un nuevo sector productivo que tiene un gran potencial: según estimaciones del Ministerio de Desarrollo Productivo, podría llegar a generar 10.000 puestos de trabajo, un mercado interno de 500 millones de dólares al año y 50 millones de dólares anuales de exportaciones.

¿Qué es este sector y qué define este marco regulatorio que se puede hacer? Bueno, básicamente esto implica que se puede utilizar a la planta del cannabis para fundamentalmente dos usos: el medicinal, que aprovecha los componentes químicos de la flor del cannabis para el tratamiento de determinadas patologías; y el uso industrial, que incluye desde cosméticos y bebidas derivados de las semillas hasta la fabricación de textiles, papeles o materiales de la construcción a partir de la fibra del tallo del cáñamo (que no es otra cosa que la planta del cannabis propiamente dicha). El dato para el curioso es que desde hace más de 200 años que se propone el uso del cáñamo con fines industriales en nuestro país (de hecho, llegó a existir una pequeña producción como se expone en el Museo Argentino del Cáñamo Industrial) y su principal impulsor era Manuel Belgrano.

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Volviendo al punto, este hecho genera un escenario muy interesante para nuestro país, ya que permite que se suba “temprano” a un sector incipiente a nivel mundial (hoy son algo más de 50 países los que tienen aprobado algún tipo de uso industrial del cannabis) donde se generarán muchas ventanas de oportunidad y habrá un gran espacio para la innovación que nuestro país puede aprovechar.

Ahora bien, el objetivo de este newsletter no va a ser enfocarse en las oportunidades que generará hacia delante; para eso les dejo el Autobombo #1 de la noche, donde pueden consultar en el artículo que publicamos el año pasado escrito por Violeta Guitart, integrante de Misión Productiva que participó de la elaboración del proyecto de Ley. Lo que quiero contar hoy es dónde está parada hoy Argentina en el desarrollo del sector.

¿Pero pará, no era que recién se crea? Sí pero no. Más allá del dato de color de que alguna vez hubo alguna industria argentina basada en el cáñamo industrial, este tampoco es el primer hito que existe en nuestro país vinculado al cannabis medicinal: en 2017 se aprobó por Ley Nº 27.350 la investigación médica y científica vinculada a este cultivo, y garantiza su acceso para pacientes clínicos cuyos tratamientos demanden el uso de fármacos derivados de esta planta. Y en 2020 se aprobó por decreto el autocultivo para uso medicinal. De esta forma, ya existen en algunos proyectos de investigación científica vinculados al sector que hacen que la partida con la nueva Ley sea desde un par de casilleros más adelante.

Considerando las limitaciones del mercado que existían hasta la promulgación del Marco Regulatorio para el sector de la semana pasada, las principales experiencias existentes hasta el momento se trataban de esfuerzos provenientes del sector público. Y en particular, destacaron los emprendimientos provinciales, trabajando en el desarrollo genético, la investigación en sus aplicaciones y hasta en algunos casos la producción.

Uno de los casos más destacados es el de Agrogenética Riojana. Esta empresa de participación estatal mayoritaria trabaja hace años en la transformación de los distintos sectores productivos de la provincia en base a la genética, trabajando tanto en la producción de plantines y los servicios a productores como en la investigación y el desarrollo en materia genética. En particular, la provincia comenzó a trabajar con el desarrollo del cannabis en 2020, “con un modelo muy distinto a los otros que hay en el país, remarcando el rol central que tiene el Estado para incluir a todos los actores de la cadena de valor”, según me lo describió Benjamín Enrici, el presidente de Agrogenética Riojana. Hoy tienen produciendo una hectárea en campo y 3000 plantas en invernadero, con genética importada y también con la primer cepa nativa argentina, registrada por la propia empresa. Pero tal como me decía Enrici, el diferencial del proyecto riojano está en el desarrollo de la cadena de valor: “tenemos alianzas estratégicas con organismos públicos y con Universidades y el INTA para la parte experimental; producimos plantines, brindamos servicios agronómicos e incluso servicios de evaluación de factibilidad financiera de proyectos a futuro; también ya estamos atendiendo lo que será a futuro inclusión de pequeños productores interesados, con la capacitación, el control de calidad y la industrialización para el agregado de valor; y por último, estamos trabajando con un enfoque multidisciplinario, capacitando personal de salud, brindando formación académica e incluso turismo vinculado al sector”.

El otro caso pionero es el de Cannava S.E., encarado por Jujuy. Cannava surge en 2018, en el marco de una estrategia del gobierno provincial de encarar un cambio estructural de su matriz productiva, enfocada en las industrias tabacaleras y azucareras a partir del turismo, el litio, la energía solar y el cannabis medicinal. La empresa fue la primera en contar con habilitación legal para la producción de cannabis en el país y ya tiene 35 hectáreas en producción, tanto indoor como con ensayos outdoor. Cuenta con un proceso completamente integrado: en materia productiva, tiene cultivo y procesamiento industrial con una planta procesadora para cannabis de grado farmacéutico; desde lo tecnológico, cuenta con un complejo biotecnológico para los controles de calidad y participa y acompaña los procesos de investigación para el desarrollo farmacológico del cannabis; y desde lo institucional, ha brindado capacitaciones a personal de la salud sobre las propiedades terapéuticas del cannabis medicinal y trabaja junto al INTI para la implementación de normativas internacionales.

Y si bien los dos proyectos de Jujuy y de La Rioja son los que más destacan, existen múltiples proyectos en otros estados de avance más embrionarios, como el caso de la división de cannabis de Biofábrica Misiones o proyectos encarados por Mendoza, Chubut, San Juan, aunque En el mismo sentido, el país ya cuenta con un incipiente sector privado, mayormente nucleado bajo la Cámara Argentina del Cannabis, aunque solo algunos cuentan con autorizaciones para hacer actividad de investigación y todavía se preparan para la producción y comercialización.

Ahora bien, ¿qué depara el futuro para la producción de cannabis en Argentina con la nueva Ley? El Marco Regulatorio aprobado la semana pasada es un primer paso que permitirá disparar el desarrollo del sector al definir las reglas de juego para la producción, pero según Enrici aún quedan casilleros para completar: “en concreto, el próximo paso deben ser las disposiciones de los distintos organismos que estandaricen los controles de calidad y segmenten el mercado, pasos necesarios para generar los distintos nichos permitidos para que los productos puedan circular por el país, que se generen sistemas de trazabilidad y que puedan desarrollarse las PyMEs y el sector privado en su conjunto”. De la misma forma, se debe trabajar en el reconocimiento y el seguimiento de los marcos regulatorios extranjeros para apuntar al desarrollo exportador, con un panorama muy dinámico considerando la incorporación de países (cada uno con sus particularidades) y los avances científicos que surgen constantemente. Crear un sector no es cosa de todos los días, pero genera una buena oportunidad (y un gran desafío) para que sector público y privado trabajen en conjunto desde el inicio y que pueda florecer una nueva industria en nuestro país.

Si queres saber más del tema, te dejo algunas cositas que te pueden llegar a interesar:

Si querés leer un análisis sectorial detallado, con el análisis de la cadena y las principales experiencias internacionales, te recomiendo este Documento de Trabajo de Andrés López publicado en 2020 publicado por el Consejo de Cambio Estructural.

En caso que te interese la legislación, te dejo el texto de las Leyes Nº 27.350 (la de 2017) y 27.669 (la que se aprobó ahora) que regulan al sector.

Y si te interesa profundizar en un análisis del mercado global, te dejo este informe de New Frontier Data que releva las distintas experiencias de cada país y los números de mercado (aviso, está en inglés).

Otros temas para seguir de cerca:

De acuerdo a lo dispuesto por el partido de General Pueyrredón, esta semana y la anterior se estuvieron desarrollando audiencias públicas en la ciudad de Mar del Plata en el marco del proceso consultivo por la exploración hidrocarburífera offshore a 300 kilómetros de la costa bonaerense. En particular, se destacó el apoyo por parte de sindicatos e instituciones públicas y privadas hacia el proyecto por la generación de puestos de trabajo y el valor productivo que podría generar el desarrollo de la actividad para la ciudad. Si te interesa seguir las audiencias completas podés consultarlas en el canal de YouTube del Consejo Deliberante.

También existen malas noticias para el sector hidrocarburífero: el lunes renunció a su cargo en ENARSA Antonio Pronsato, quien se encontraba a cargo del proyecto de construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, alegando disconformidad con los escasos avances en la obra (algo desmentido desde el organismo). Este gasoducto resulta fundamental para conectar Vaca Muerta con el sistema de Transportadora de Gas del Norte, algo sumamente necesario para explotar el potencial del yacimiento dado que hoy los gasoductos existentes ya se encuentran saturados.

Cambiando de sector, la semana pasada Volvo presentó su plan para “electrificar” la Patagonia, al anunciar que instalará 18 cargadores para vehículos eléctricos a lo largo de la Ruta de los Siete Lagos. De esta forma, el proyecto se suma al de ChargeBox Net, que hace unos años desarrolló el corredor eléctrico desde Buenos Aires hasta Mar del Plata. El mercado de autos eléctricos en Argentina crece año a año: en 2021 se patentaron 5.871 vehículos alcanzando el 1,7% del total de las ventas del sector automotriz. Cabe recordar que aún hace falta un marco regulatorio que promueva la electromovilidad en nuestro país, el cual debería tratarse en el Congreso en el corto plazo.

Autobombo #2: la semana de Misión Productiva.

Este viernes se cumplen 100 años de la fundación de YPF, una empresa emblemática para nuestro país. En ese marco, publicamos el lunes un artículo de Ignacio Sabbatella que repasa el rol que tuvo la empresa a lo largo de nuestra historia en las distintas transiciones energéticas que hemos atravesado.

Además, para celebrar este hito mañana jueves vamos a estar realizando una charla abierta en formato virtual con Ramiro Manzanal y Demián Panigo, directores de la empresa, para hablar de los 100 años de historia y la importancia que tuvo YPF para la construcción de soberanía en el sector energético. Acá te podés inscribir para participar de la charla.

Por otro lado, les compartimos una nueva edición de Diálogos Productivos, en la que conversamos con Juan Soria sobre el fondo de inversión SF500, una iniciativa conjunta de Bioceres y el gobierno de la provincia de Santa Fe, que apunta a potenciar startups argentinas orientadas a las ciencias de la vida

Finalmente, publicamos una nota de Gisel Trebotic, Gisella Pascuariello y Martín Trombetta que sintetiza las conclusiones de un documento del CEP XXI sobre la evolución de la participación femenina en el mercado de trabajo de nuestro país.

Espero que este newsletter les haya gustado y les haya servido para interiorizarse sobre las particularidades de este nuevo sector, que todavía está naciendo pero tiene mucho potencial para aportar al desarrollo de nuestro país.

Un abrazo y nos leemos en dos semanas.
Pablo

 

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