Diálogo productivo con Manuel Gonzalo

Este año India se convertirá en el país más poblado del mundo. Su relevancia radica tanto en la dinámica de crecimiento poblacional, económico y su proyección externa como en la centralidad que posee en el momento geopolítico actual. En un nuevo Diálogo Productivo conversamos con Manuel Gonzalo*, autor del libro "India from Latin America. Peripherisation, Statebuilding, and Demand-Led Growth", que nos cuenta sobre la evolución del vínculo entre Argentina e India y el lugar que ocupa en nuestra agenda, las oportunidades para nuestro país en materia de vinculación productiva y la importancia de tener una mirada coordinada sobre Asia del Sur.

Diálogo productivo con Manuel Gonzalo

Misión Productiva: Pareciera hablarse mucho menos de lo que se debería sobre India en nuestro país, dada su relevancia geopolítica y su peso en la economía global. ¿Por qué creés que pasa esto? ¿Y, además de los motivos obvios, por qué debería prestarse más atención?

Manuel Gonzalo: Relativizaría un poco esa concepción. Sin dudas, India tiene menor espacio y presencia que China, en buena medida porque China viene invirtiendo más fuerte en la región desde hace tiempo. Sin embargo, la relación con India fue evolucionando, el intercambio creciendo y la visibilidad en aumento. Por ejemplo, casi todos los funcionarios de primera y hasta segunda línea de los Ministerios de Argentina se han juntado con el Embajador de la República de la India en Argentina en los últimos años. También los principales representantes de Cambiemos. Entiendo que hay un cierto consenso en torno a su relevancia, lo cual es positivo. También han crecido los espacios culturales vinculados a la danza clásica india, el yoga, la medicina ayurveda y los influencers que promocionan los viajes a la India y la cultura india. Mucho de eso se debe al apoyo y trabajo de la Embajada.

Lo que sí es verdad, es que si bien el comercio con la región viene creciendo, en materia de inversiones aún hay un camino por recorrer. Y no se ven los números ni las apuestas que hace China en la región. Desde el lado argentino, veo que hay muchas reuniones e interés, Asia del Sur está en agenda, aunque sí me parece que esa agenda debería abrirse, pensarse y coordinarse más, dado que no es simple ni fácil de sostener en el tiempo dándole profundidad. Es decir, India no es Uruguay en materia de cercanía y conocimiento de su idiosincrasia. Entonces corremos el riesgo de cristalizar lugares comunes o visiones estereotipadas de la India que no ayudan, o nos dejan en la superficie.

MP: ¿Cuáles creés que son los sectores, ejes o temáticas en los cuales hay mayores posibilidades de establecer una relación virtuosa con India?

MG: Si bien es muy conocido el éxito de la India en materia de exportaciones de software y servicios informáticos, lo que trato de mostrar en una parte de mi libro es que existen una serie de motores de crecimiento económico internos vinculados a la urbanización, y su impacto en materia de construcción y real estate, infraestructura, dadas las necesidades energéticas y de movilidad de la India, y nuevos consumos y consumidores que debería ser mirada. Se trata de un país que ha venido creciendo en este siglo hasta el COVID a una tasa interanual superior al 6%. Y se estima también que en 2023 sea uno de los países que más crezca en el mundo.

Dicho esto, en concreto, creo que en energía hay muchas oportunidades a explorar, en salud se podría avanzar en una agenda algo más profunda, en el agro, que es el área que desde la argentina tenemos más trabajada, creo que podríamos tratar de apalancar más actores y productos, y en los sectores de mediana y alta tecnología, más allá del trabajo que viene haciendo INVAP, creo que debemos ser más sistemáticos y amplios en los esfuerzos. Por ejemplo, CONICET recientemente creó un Centro específicamente orientado al estudio de China, que si bien se suma a otros centros ya establecidos me parece genial porque hay que saber más sobre Asia en general. ¿Podríamos pensar en algo similar para India y Asia del Sur? Ya que hoy Asia del Sur, más Vietnam, casi que compensan el déficit comercial con China. Vamos a reabrir una Embajada en Bangladesh, ¿qué sabemos de este país más allá de la conexión sur-sur que se evidenció en el mundial?

MP: India tiene una fuerte apuesta por las start-ups. ¿Qué lecciones sacás para Argentina y cuáles creés que pueden ser los ámbitos de cooperación en este campo?

MG: La experiencia india en software y servicios informáticos, y más recientemente en materia de startups, tiene algunas particularidades: India tiene una diáspora informática muy bien ubicada en el Silicon Valley que hoy se extiende a través de la entrada de fondos de capital de riesgo norteamericanos a la India, su complementariedad horaria con EUA la ayuda, el menor costo laboral relativo, la cantidad de ingenieros que forman, etc. Algunas de estas características son irreplicables.

Ahora bien. En software y servicios informáticos, han sabido evolucionar, usando primero las multinacionales de origen estadounidense, para hoy generar startups propias que quieren ser invertidas por fondos de todo el mundo. En este sentido el apoyo al sector software y servicios informáticos se ha sofisticado, primero fue infraestructura, compra pública, creación de institutos y centros especializados, hoy apuntalan la instalación de aceleradoras y crean un fondo de fondos público. También por ejemplo creo que son conscientes de la crítica que se le hacía al sector, de que no estaba vinculado a la India, y han sacado diferentes programas e incentivos para que las empresas se enganchen a las dinámicas internas de crecimiento.

Así, el timing y la sofisticación de la política me parece central. Al tiempo que seguir contando con ingenieros/as bien formados es una condición necesaria. En términos de cooperación, creo que hay mucho por avanzar en materia de incubación cruzada, de startups argentinas vinculadas al agro yendo a la India, etc.

MP: India suele ser un país bastante proteccionista en términos comerciales, ¿creés que eso pone ciertos límites a la relación bilateral? ¿Tiene sentido buscar algún tipo de acuerdo comercial?

 MG: Es cierto. Pero diría que buena parte de los países grandes son proteccionistas. EUA lo es con su industria de semiconductores, Francia con sus campesinos, Brasil con su industria, y así. Con India, en algunos productos y segmentos del agro sin dudas es una traba. También nosotros protegemos nuestra industria de farma sobre la cual India quiere avanzar. Creo que una agenda de acuerdos comerciales MERCOSUR-India se puede venir. Como decía, esto requerirá de información, conocimiento y trabajo específico para no salir perdiendo…

MP: ¿Cómo fue la relación de ambos países en las últimas décadas? ¿Cómo podría actuarse para que esa relación mejore?

 MG: En línea con lo anterior, la relación en términos comerciales y culturales ha crecido. En lo comercial, muy basada en aceites vegetales y otros productos pampeanos, lo cual es normal dada la especialización productiva argentina y las demandas de la India. Esto es, sin dudas, muy significativo porque, depende el año, India se ha posicionado en el top 5 de intercambio comercial con la Argentina. Creo que el desafío en lo comercial es sumar productos y actores, mientras que en materia de inversiones y cooperación hay una agenda más profunda y virgen por explorar. Quien aporta el financiamiento es generalmente uno de los factores esenciales y que suelen limitar.

MP: ¿Qué opinás del restablecimiento de una sede diplomática en Bangladesh, dados los conflictos a nivel regional?

MG: Desde hace ya algunos años que trato de decir algo no muy sofisticado y creo está bastante difundido ya hoy: el eje dinámico del capitalismo está cada vez más en Asia, y Asia es mucho más que China. Asia del Sur, o el Subcontinente indio, en particular, sin dudas merece más atención y esfuerzos. Bangladesh muestra un comercio superavitario para la Argentina, como con India. Me parece muy bueno, en tanto y en cuanto se tenga una mirada coordinada hacia Asia del Sur y no se genere competencia entre las dos embajadas. Al mismo tiempo, en materia comercial, debemos apuntar a hacer esfuerzos que tengan una cierta escala, dado el objeto que estamos mirando. Es decir, no serviría tanto, desde el punto de vista comercial, abrir una embajada con eje en gestiones consulares, por ejemplo. Puede servir para estrechar relaciones con el país, lo cual es muy importante, pero para exportar más y lograr más inversiones esto debería ser complementado con otro tipo de recursos, tareas y esfuerzos. En este sentido, la complementación público-privada también es fundamental.

* Manuel Gonzalo (@manolo_gonzalo) es Investigador-Docente de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la Universidad Nacional de Chilecito (UNDEC) y Co-coordinador del Grupo de Trabajo sobre Asia del Sur del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Autor del libro India from Latin America. Peripherisation, Statebuilding, and Demand-Led Growth (Routledge)

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